Lo que más me gusta de mi oficio de sommelier es disfrutar, de la naturaleza, del origen del vino, disfrutar de la viña, de sus paisajes sus olores sus matices, y sobre todo disfrutar de sus gentes casi siempre personas entrañables, de carácter noble y atento. Este es el caso de Mas Pons Joan de Calonge, donde la Joana y el Manel se ocupan de dar ese trato a sus clientes, o mejor dicho a sus amigos. Quizás este hablando de una de las masias mas antiguas, y aun en funcionamiento de Calonge en la provincia de Girona, ubicada en el corazón de la d.o. Amporda, en un paraje idílico pueblo medieval precioso rodeado de viñas y buenos vinos, pero que además, no solo puedes encontrar en ella viña, sino que también puedes encontrar y disfrutar de unos magníficos frutales, (admirables sus melocotones, y sino que se lo digan a mi hija, que los come desde que tenia dos años).
Siempre que puedo me doy una escapada por ese paisajes, paseo por sus viñas y huelo y disfruto de esos aromas que me envuelven de fantastiscas sensaciones. En mas Pons Joan, el paraje es encantador, melocotoneros, higueras y viñas, buenas viñas y por supuesto muy buen vino, conocer la bodega, la que atentamente el Manel y la Joana, te enseñan de todo corazón, y descubrir una manera distinta de elaborar el vino es una maravillosa experiencia.
En este rinconcito del baix emporda, se sigue elaborando el vino como lo hacían nuestros abuelos colomenses, hace unos cuantos años atras, en esas masias que hoy todavía perduran con nosotros y son legado del pasado enológico del pueblo. Seguro que los Blanchart, o los Dalmau recuerdan de este sistema de crear vino, podíamos denominarlo sistema tradicional, o artesano catalán, este, consiste en que la fermentación de los mostos se realizan dentro de grandes barricas de madera vieja a diferencia del sistema mas utilizado que, es fermentar en grandes depósitos que bien son de cemento, madera, o los mas nuevos depósitos de acero inoxidable con control de temperatura, fermentar los mostos de esta manera implica evocar tiempos remotos y sabores y olores de antaño, lo cual confiere tambien un particular concepto del vino, lejos de los modernos canones y conceptos que se ciernen en los sistemas de elaboración actuales, crean un estilo distinto de vino. Particular y singular lejos del que conocemos. Salir de vez en cuando de los cánones actuales de sabor, salir de la globalización del vino, y recuperar viejos sabores y aromas puede resultar ser muy gratificante, para nuestros sentidos. Reencontrarnos con nuestra tradición milenaria de elaboración de vinos, puede ser algo que deberíamos hacer con mas asiduidad.
Es posible, que ciertos puristas, cernidos, anclados, en los mas profundos valores del mundillo del vino no compartan conmigo esta manera de pensar pero les invito a que conozcan y aprecien lo mas simple lo mas cotidiano, que seguro les puede sorprender de forma muy positiva.
En este rinconcito del baix emporda, se sigue elaborando el vino como lo hacían nuestros abuelos colomenses, hace unos cuantos años atras, en esas masias que hoy todavía perduran con nosotros y son legado del pasado enológico del pueblo. Seguro que los Blanchart, o los Dalmau recuerdan de este sistema de crear vino, podíamos denominarlo sistema tradicional, o artesano catalán, este, consiste en que la fermentación de los mostos se realizan dentro de grandes barricas de madera vieja a diferencia del sistema mas utilizado que, es fermentar en grandes depósitos que bien son de cemento, madera, o los mas nuevos depósitos de acero inoxidable con control de temperatura, fermentar los mostos de esta manera implica evocar tiempos remotos y sabores y olores de antaño, lo cual confiere tambien un particular concepto del vino, lejos de los modernos canones y conceptos que se ciernen en los sistemas de elaboración actuales, crean un estilo distinto de vino. Particular y singular lejos del que conocemos. Salir de vez en cuando de los cánones actuales de sabor, salir de la globalización del vino, y recuperar viejos sabores y aromas puede resultar ser muy gratificante, para nuestros sentidos. Reencontrarnos con nuestra tradición milenaria de elaboración de vinos, puede ser algo que deberíamos hacer con mas asiduidad.
Es posible, que ciertos puristas, cernidos, anclados, en los mas profundos valores del mundillo del vino no compartan conmigo esta manera de pensar pero les invito a que conozcan y aprecien lo mas simple lo mas cotidiano, que seguro les puede sorprender de forma muy positiva.
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