martes, 12 de abril de 2022

Legítim de Papers de vi

Legítim de Papers de vi






El mundo mágico del vino, estos últimos tiempos está atrapado por la globalización,  las modas y las tendencias del mercado.  Por supuesto que está bien, el negocio es el negocio, y aunque sea pasión lo que muchos sentimos por el vino, hay que entender que para que esto sea así a de funcionar bien económicamente, pero lo cierto, es que esta vorágine ha provocado el abandonado en gran medida de  la autenticidad y originalidad de muchos vinos, perdido a veces también, el origen y la tradición de estos, llevándonos a probar, buenos vinos, pero posiblemente sin alma, y sin personalidad.

De vez en cuando un grupo de amigos, personas locas por el vino, personas locas por su territorio, por sus tradiciones y su entorno, y por qué no, locas porque sí, porque aman el vino y lo que ello conlleva, sin más tabúes que el de hacer un vino rico, sincero irrepetible y con personalidad propia. Cuando esta alineación de los astros se realiza, se conjuga un vino único que te eleva a otra dimensión, vino singular  y entrañable, con personalidad propia, y que además refleja la tradición de la tierra, el buen hacer tradicional de la zona, y nos reencuentra con el pasado vitícola de esta maravillosa tierra.




Pues eso es lo que ha pasado con los amigos de Papers de vi, y los amigos de Alella vinícola, Oscar, Ramón y Xavi García el enólogo de Alella vinícola, han creado un vino que nos atrapa en el pasado de los vinos de Alella, pero con el sentimiento y la razón de los vinos actuales, conjugando así un mundo de sensaciones placenteras, increíbles.





Legitim de Papers de vi, es un vino de edición limitada, eléctrico, cautivador, elaborado con un 70% de pansa blanca y un 30% de garnacha blanca, criado en una gran bota de vino generoso seco, en crianza oxidativa, pero a la cual le apareció velo flor, realizando también una crianza biológica, a todo esto, por si fuera poco, en un momento estratégico de la crianza se le incorporo un cantidad abundante, de un vino generoso seco de 1976, una comida de coco impresionante  que le ha aportado a este vino personalidad, y carisma singular y único.


De precioso color anaranjado, ligeramente opaco con un brillo magnifico, elegante a la vista, de nariz muy compleja y sumamente intensa, levaduras, bollería, manzanilla en flor, especias, cítricos, mieles, podías estar perfectamente con la nariz en la copa durante horas deleitándote de su impresionante e embriagadora aroma, pero la boca no se queda corta ni mucho menos desde el primer sorbo, desde su entrada en boca, no para de ofrecer posibilidades, de ofrecer matices de sabor, inquieto de principio a fin, con muy buena estructura, fresco muy complejo.

Sin duda alguna un guiño al pasado para en el presente llenar nuestra mesa de múltiples y maravillosa alianzas gastronómicas, suerte poder de vez en cuando probar vinos así.


SALUT I VI.