lunes, 26 de marzo de 2018

Barón de Chirel 2010


Barón de Chirel 2010







Como a todo ser humano, a mí, de vez en cuando me vienen esas dudas existenciales, en donde el miedo te invade y tu subconsciente te empieza a hacer ver todo eso, en lo que sin duda no crees, pero que deseas creer. Hay vida después de la muerte, es verdad, eso que nos han hecho creer, durante 2000 años… de que iras   al cielo si eres bueno…
En ese momento piensas en ese paraíso prometido y como ha de ser todo lo que allí, todo lo que en ese lugar se encuentra o se concurra, piensas en ese nirvana prometido, de otras religiones, y concluyes, que ese singular, único y magnifico lugar, debe de existir sin duda, y no solo ha de existir, sino que  además debe de ser un paraíso lleno de vinos, de olores de sensaciones, lleno de placer, en donde, cada sorbo te trasporte a su origen, a sus viñedos, a sus bodegas a sus gentes. Y allí estarán, todos aquellos vinos que en mi vida terrenal, mundana y llena de sacrificio, en algún momento dado, me hicieron saltar las lágrimas de placer o alegría.
Entonces me vienen a la cabeza, los paisajes, los vinos y  los nombres de…. Guimaro, Algueira, Penas das Donas, Laurent Perrier, Agusti Torello, y el de Marqués de Riscal, entre tantos y tantos otros.
Y entre ellos a mi paladar, a mí olfato, a mi gusto y recuerdo, me aparece reflejado uno que sin duda estará allí, y seguro San Pedro, cuando me abra la puerta me ofrecerá una copa de él  y juntos disfrutaremos de ese momento celestial, digno de los Ángeles, arcángeles y sommelier terrenales, y a bien seguro esa copa será una de Barón de Chirel 2010, esa que  en la tierra es lo más cercano a brindar con el mismísimo San Pedro (esta alabanza a San pedro la hago por si acaso, es el, el guardián de la entrada al cielo……. Por eso de amigos hasta en el infierno.)






Barón  de Chirel 2010, vino de autor de bodegas Marqués de Riscal, es aquel vino que siempre te llena el corazón, sutil y muy elegante, el cual  te ofrece ese paisaje Riojano, precioso. En donde el buen trabajo y la buena labor de la viña ofrece en esa copa, la excelencia de la bodega, la excelencia de Rioja.
Según la bodega Marqués de Riscal, Barón de Chirel surge en 1986 a raíz de una elaboración experimental a partir de una selección de uva de viñas muy viejas, de entre 80 y 110 años, de muy bajo rendimiento y gran calidad. De los resultados de esta prueba nace el que será precursor de los que podrían denominarse, vinos de la nueva era de Rioja. Este vino se produce de manera muy limitada en tan solo las grandes añadas, donde se expresan el carácter del viñedo, del suelo y de la variedad, dentro de un conjunto armónico. Realiza la fermentación a una temperatura controlada de 26ºC y una maceración que no sobrepasa los 12 días. Hace la fermentación maloláctica en cubas de madera y una posterior crianza de 20 meses en barricas de roble francés. Tiene un periodo de afinamiento en botella de al menos un año antes de salir al mercado.
Lo cual nos da un vino, exquisito y único, un vino de color cereza oscuro, vivo, sin apenas signos de evolución. Intensidad aromática alta, donde destacan los tostados y especiados aportados por el roble francés, junto a notas de fruta negra madura. En boca es fresco y untuoso, con taninos suaves y pulidos donde la madera está muy poco presente. Complejo y elegante, con un final largo y equilibrado.
Sin duda el vino ideal para brindar con San Pedro, o con tus amigos, o familia o con quien tu quieras, pero sin duda la antesala del paraíso, esperando llegar a este cuanto mas tarde mejor, por eso salut i bon vi.