lunes, 30 de enero de 2012

Pinot noir Cauzon 2007

Pinot Noir 2007 de Bodegas Cauzón 15 dies  http://www.15dies.com/index.php/seccions/colmlaboradors/paco-cordero/260-pinot-noir-cauzon
Tengo que reconocer que fui con cierto “terror” al salón de los vinos naturales, que se realizo el pasado 28 de marzo en el convento san Agustín de Barcelona. Pensaba de corazón que, bajo el paraguas de vino natural me iba a encontrar con verdaderos vinos imbebibles de elaboraciones poco ortodoxas. Lejos de esa idea inicial me encontré con grandes elaboradores y desde luego que con mejores vinos, aunque también se coló entre ellos algún que otro producto de dudosa calidad.
Aunque, por otro lado, pude descubrir, y hasta emocionarme, algún que otro vino maravilloso. Este es el caso de Bodegas Cauzón de Granada, en especial de su vino Pinot Noir 2007.
Hace poco hablé de Spira 2006, también de Granada, que destaqué por su singularidad. Pero es que parece que últimamente se interponen en mi camino vinos andaluces, vinos de los que tenemos pocos registros e incluso nos extraña que puedan realizar estas maravillas. Con ellos quedo impregnado de sensibilidad, aromas sutiles y sensaciones maravillosas, sensaciones casi místicas que no recibía desde hace tiempo con otras denominaciones de origen.

Pinot Noir 2007 de bodegas Cauzón es sin dudar uno de estos vinos de autor, naturales y únicos que te arrancan alguna lagrimilla de placer. Hablando con su elaborador Ramón Saavedra Saavedra le pregunto con cierta maldad (he de admitirlo): ¿Qué tiene tu vino? El me mira y se ríe, y responde: Pinot noir y Granada, su esencia. Pues si esa es la esencia de Granada… ¡¡Olé Granada!!

Bodegas Cauzón es una Pequeña bodega artesanal en el Valle de Alhama, en la cara norte de Sierra Nevada. El pago está situado a 1000 metros de altitud, con suelos arenoso/arcillosos de aluvión y clima continental con una oscilación térmica de unos 25ºC en los meses de maduración. Con cuatro hectáreas de viñedo, y tan solo 7000 botellas en el mercado.
Pinot Noir 2007 de bodegas Cauzón, es de un precioso rojo rubí intenso marcado, de capa alta, mucho más alta de lo que es habitual en los Pinot Noir. Glicérico, límpido y con un brillo especial, con un ribete que denota vida.
En nariz es un derroche de aromas sutiles y fragantes: Limpio elegante y muy balsámico donde destaco matices de frutillas rojas maduras, un sinfín de especies como la pimienta blanca, notas florales como la violeta. Pero su monte de romero, farigola hierbas del campo, lo convierten en algo sutil muy especial. Su fondo, es el de la hojarasca del bosque. ¡Algo único! Que pocas veces se percibe en un tinto y que además le da personalidad y carisma.
Cuando entra en contacto con la boca, todas nuestras papilas gustativas se ponen en funcionamiento automáticamente, llenando la boca de sensaciones gráciles y armoniosas, frescas como su amanecer y cálidas como su mediodía. Balsámico y muy largo y persistente, con un final que recuerda el cacao, cedro, e incluso la hoja seca de tabaco.

Creo muy interesante seguir en próximos artículos hablando de esta bodega pues sus buenos vinos no acaban aquí. Trasgresora, provocativa e incluso irreverente es la bodega Cauzón, irreverente pues tienen un vino llamado “Iradei” la ira de dios, además en rojo y a la izquierda de la etiqueta, no apto para cursilánimes.
Publicado en 15 dies el  30 de Octubre de 2011  http://www.15dies.com/index.php/seccions/colmlaboradors/paco-cordero/296-los-vinos-de-calonge


De todas las denominaciones de origen de Cataluña, la que ha experimentado un verdadero auge en los últimos tiempos, es sin duda la D.O. Emporda, una zona vinícola muy dinámica y que sabe conjugar una la tradición con una nueva generación.

En el Empordà podemos encontrar muchos y muy buenos vinos no amparados por la denominación de origen asi como también muchos vinos tradicionales o de payés.
Destacar, estos últimos, los vinos de payés, tradicionales de toda la vida, elaborados en las mismas bodegas, y con los mismos métodos que los abuelos de la zona utilizaban. Vinos con un pasado y, a mi criterio, también con un futuro, pues de alguna manera nos gusta volver a los orígenes. Éstos, de alguna manera, han conservado muchas de las variedades ancestrales autóctonas que, de forma natural, se han adaptado durante siglos al terruño.
Por otro lado están los vinos de nuevo corte, vinos procedentes de bodegas con tecnología actual, y con un concepto moderno que plasman en sus vinos bodegas y enólogos inquietos. que han apostado por el Empordà, como zona diferenciadora de sus productos.

De todas formas, modernos o tradicionales, son vinos a destacar más que interesantes, con gran estilo propios, que los diferencia de la globalización que existe en el mundillo del vino. Estos son los “vinos de la tramontana”, vinos con marcado carácter Mediterráneo, unido al aroma y sabor del macizo de les Gavarres.

Un bonito rincón, en este preciosos Emporda es, sin duda, Calonge. Pueblo milenario de viñas y vinos que, como ya he contado, se encuentra, entre la modernidad y la tradición ancestral. Un gran viñedo, verde y frondoso, lleno de variedades tradicionales que me atrevería a decir únicas, autóctonas y, también, parte de las mal llamadas mejorantes. Este viñedo está ubicado en las estribaciones del macizo de les Gavarres y la gran bahía que crea Palamós y Sant Antoni de Calonge. Zona y viñedo con un precioso paisaje.

El municipio ocupa aproximadamente 34 km cuadrados, de los cuales una parte importante está dedicada al viñedo y los árboles frutales. Muchas de sus bodegas te trasportan a tiempos remotos, donde el tiempo pasa despacio y las cosas se hacen sin prisas, sencillamente porque han de quedar bien, poniendo en ello el máximo esmero. Si bien es cierto que en Calonge la mayor parte del vino conserva este sabor rural, de antaño. También podemos encontrar alguna bodega novedosa y alguna bodega puntera en el panorama vinícola catalán, como es del caso de Celler de Mas Gil, con su ya mítico y cotizado Clos de Agon, sin duda unos de los vinos catalanes de mejor posicionamiento a nivel nacional. Muy bien valorado y puntuado por esos mediatizados “gurús” del vino (los cuales podeis ver que no son santo de mi devoción).

Pero lo idílico de Calonge es pasear entre sus viñas sin prisas, como yo hago desde hace muchos años y llegar hasta la heredad de Mas Pons Joan, una magnifica casa de payés del siglo XII. Una masía que a mí me encanta de forma particular, un pequeño “celler” de vinos tradicionales de payés, rurales, muy bien elaborados y muy ricos y divertidos que pueden hacerte disfrutar de muy buena manera de tus vacaciones estivales. Joana y Manel, propietarios del Mas, son gente encantadora y entrañable, que de muy buen grado te enseñan su bodega y te explican sus vinos. Además en la casa podemos encontrar fruta y hortalizas de temporada buenísimas, recién recolectadas de sus tierras: Melocotones de diversas variedades, higos, tomates, sandías y, al final de la temporada melones de secano, son parte de lo que allí podemos encontrar.

Otra de las bodegas, que gracias a antiguas leyes de comercio catalán han podido llegar hasta nosotros, aun en activo, salvaguardando la tradición y el patrimonio vinícola catalán es el Mas Molla, “celler” familiar y tradicional regentado por la familia Molla desde el siglo XII y al que, ahora, Montse Molla, su generación activa, una joven enóloga, conserva su legado de viñas únicas de variedades autóctonas, que sus ancestros plantaron en esos terruños y, durante siglos y se han adaptado de forma prodigiosa al entorno.

Vinos siempre de payés de carácter local, que para muchos puristas quizás sean rudos y sin interés, pero que, a mi criterio, han mantenido la personalidad de la zona y tienen unas características diferenciadoras. Como Montse me contaba. a criterio de uno de los mejores sommelier de España, “la perfección de lo imperfecto”. Sencillamente maravillosos a mi criterio, siempre sin buscar en ellos nada más que la expresión del terruño y la tradición local y catalana.

En el pueblo podéis encontrar más elaboradores y bodegas dignas de mención como es el caso de Celler del Castell de Calonge. Lo mejor no es que yo lo cuente, sinó que vosotros os deis el gusto, un día, de pasear por este precioso viñedo llamado Calonge.
 
 
 

domingo, 29 de enero de 2012

Three Palms 2005

Articulo publicado en Santakomola el 22 de Julio de 2011 http://santakomola.com/?p=3686



No sé por qué, de repente ha llegado a mí el recuerdo, o más bien dicho, las sensaciones que en mí dejo su aroma y paladar. De repente me envuelvo en el recuerdo de Three Palms 2005 de bodegas Steling de Napa Valley, California. Ese espectacular vino, de los pocos que en los últimos años me ha llegado a emocionar y que, unos meses después de mi viaje a California, recuerdo con especial simpatía.
Three Palms 2005 es un tinto californiano, representativo, puntero y determinante del potencial que tiene la viña en el nuevo mundo, vino más que interesante, que nos revela el auténtico calibre de los viñedos, enólogos y bodegas que en Estados Unidos podemos encontrar.
La bodega Steling, nace en 1964 de la mano de Peter Newton y está situada cerca de Calistoga en un esplendido paraje rodeado de viñas y bodegas. Steling posee viñedos prácticamente desde el norte de la ciudad de Napa, hasta el norte de Calistoga, incluyendo otras ubicaciones relevantes como Sta. Helena. La filosofía de esta bodega – donde prima la calidad máxima – es la de buscar la excelencia del terroir y combinarla a las variedades que mejores cualidades aporten en ese microclima y terroir. El resultado es una amplia gama de productos francos, sumamente sutiles y de gran calidad.
El viñedo de Three Palm está situado en la desembocadura del holandés Henry Cañon, al noroeste del valle de Napa, consta de 74.5 Ha. de terreno cultivado en el valle, mayoritariamente de Merlot con alguna pequeña plantación de Petit Verdot, Cabernet Franc y Malbec. Su nombre se debe a tres altas palmeras que coronan el centro de la viña. Three Palms fue a finales de 1800 la residencia de una famosa mujer de San Francisco, Lillie Hitchcock Coit, heroína y filántropa que gracias a su generosa herencia erigió en San Francisco la famosa torre que lleva su nombre, la torre Coit.
El suelo de este pago es de origen volcánico, formado por piedras volcánicas lavadas durante siglos desde el cañón, suelo en sí rocoso, de gran drenaje. Las raíces de estas cepas se ven obligadas a profundizar mucho en busca de agua y nutrientes, lo que produce pocos frutos de mucha concentración. También gracias al suelo rocoso que absorbe con facilidad el calor que produce los rayos del sol, este calor es irradiado por la noche ayudando a las maduraciones y protegiendo a la viña en la época de las heladas.
Three Palms es quizás uno de los vinos de Merlot más antiguos del nuevo mundo, pues casi ininterrumpidamente se elabora desde 1978, a excepción de aquellas añadas que no llegaron a los cánones de máxima calidad exigidos para esta joya enológica. Laureado en múltiples ocasiones por la prensa especializada internacional, es un vino acostumbrado al éxito.
El vino presenta un precioso color granate oscuro con ribetes morados, con gran concentración de color, muy limpio y brillante con una lágrima densa que tiñe las paredes de la copa.
En nariz es sumamente fragante, con matices muy nítidos, limpio y muy franco. Que recuerda en primera instancia a los aromas de cerezas maduras, grosellas y ciruelas. Y que da paso a matices más complejos como es la madera de cedro, las notas aportadas por la madera de crianza con un buen equilibrio. Recuerdos gráciles de hoja de tabaco seca y torrefactos.
En boca es muy sutil, con unos taninos acentuados pero muy maduros y aportes de un tanino secante de la barrica. Amplio y carnoso, con mucho peso en boca. En boca es cuando saboreas realmente la importancia del terroir, encontrándole la mineralidad de su suelo. Largo y muy persistente. El final de boca evoca aromas de la crianza y sutiles fragancias balsámicas.
Resumiendo, nos encontramos ante uno de los grandes vinos de Estados Unidos, que en este momento nos da grandes sensaciones pero que tiene un potencial para envejecer maravilloso y en los próximos años quizás se pueda contemplar en él su máximo potencial.
Paco Cordero





Pansa blanca


Articulo publicado en Santakomola el 7 de Septiembre 2011  http://santakomola.com/?p=3940

Muchas veces, cuando pensamos en vinos y zonas vitivinícolas, se nos hace algo distante, parece como si las viñas más próximas estuviesen muy lejos de nosotros, aunque lo cierto es que en Cataluña, su proximidad, esta al alcance de todos. Especialmente al alcance de los Colomenses, que tenemos la gran suerte de encontrarnos a un paso de un enclave idílico de viñas y vinos, la d.o. Alella, muy cercana a nosotros.
La Denominación de origen de Alella está situada al norte de Barcelona. Sus pequeñas y frondosas viñas, bien cultivadas, brotan anualmente en pleno Maresme, muy cerca del mar y además, tiene otra vertiente en la sierra litoral, en su parte interior. Además de compartir morfología de suelos y microclimas similares a los que antaño tuvo la viña colomense.
En estas tierras de esquistos de pizarra y “saulo”, durante siglos, ha dado pie a una variedad muy antigua, muy bien arraigada a nuestra tradición, la Pansa blanca, aunque nuestros abuelos la llamaron Pansa rodona y todavía es así conocida en Santa Coloma. Esta variedad elabora un vino blanco fresco, aromático, para consumir joven, que se dista de esa globalización que encontramos en el mundo del vino, singularidad y arraigo tradicional, son a mi parecer sus más preciadas virtudes.
Pero la variedad por si sola tampoco sería nada sin el buen trabajo de unos viticultores esmerados en conseguir un buen fruto, maduro y sano para que el “profeta del vino”, el enólogo, consiga el más preciado de los elixires, “el vino”, esto, Bodegas Parxet, lo sabe hacer muy bien y aplica en su vino de pansa blanca todo su buen empeño. Parxet pone énfasis en el cultivo de esta variedad siendo así su uva más cultivada y enblematica.
La bodega tiene unas 200 hectáreas de viña distribuidas entre los municipios de Santa Maria de Martorelles, Montornès del Vallès, Sant Fost de Campsentelles, Alella y la Roca del Vallès. Las variedades plantadas son principalmente la Pansa Blanca y la Chardonnay. El porta-injerto utilizado es el SO4. La bodega Parxet es la suma de su moderna Bodega de vinos, ubicada en Santa María de Martorelles, y de sus cavas, nacidas en 1920 en Tiana. La planta está dotada de los más modernos y tecnificados medios para la elaboración de vinos de alta calidad.
Este vino es elaborado a partir de uvas de viñedos propios, vendimiadas en su punto álgido de madurez. La vendimia se hace manual, con mesa de selección, maceración pelicular mínima de 8 horas, prensado de uva entera (sin pisar) a baja temperatura y en atmósfera protectora. La maceración, para extraer al máximo los compuestos de la piel (aroma, sabor), y una fermentación muy lenta sobre lías finas son las claves de sus características. El vino ya embotellado es afinado en la bodega.
Marqués de Alella Pansa Blanca, es a la vista un vino untuoso con reflejos verdosos característicos de su juventud. El aroma es intenso, franco y frutal, fiel reflejo de la Pansa Blanca madura. En boca es un vino voluminoso, corpulento, largo y con un final muy peculiar, un poco amargo, debido a su elaboración. Es un vino con personalidad, estructurado y potente. Un vino que quiere expresar el carácter mediterráneo de la región y el temperamento de la variedad.
Paco Cordero



Eccoci wine

Articulo publicado en Santakomola el 7 de Octubre de 2011  http://santakomola.com/?p=4176


Hay un rincón del Empordà digno de mención, Sant Marti Vell. Es un pequeño pueblo medieval merecedor de la más bonita imagen de postal. Este municipio está situado muy cerca de Madremanya, a muy pocos kilómetros de la Bisbal del Empordà. Este precioso paraje está enclavado en las estibaciones del Macizo de las Gavarres, a los pies de lo que fue, hace millones de años, un volcán muy activo, hoy ya extinto. El Macizo de las Gavarres se caracteriza por ser un parque natural lleno de frondoso bosques y una especial belleza paisajística.
En este privilegiado enclave y a muy poca distancia de Sant Martí Vell, nos aparece un pequeño camino forestal, a pie de carretera, que te introduce por su senda a través del bosque hasta una preciosa y moderna bodega de vinos, Eccoci wine, “El celler del bosc”. La bodega está rodeada de viñas plantadas de tal manera que más que una explotación agrícola, parece un cuidado jardín dentro del bosque. La belleza de la viña, rodeada además, de todo tipo de hierbas de sotobosque Mediterráneo crea una idílica imagen. Estas viñas están ubicadas en los terrenos agrícolas que los pageses tradicionales de la zona tenían, desde hace siglos, destinados al cultivo de secano. En ningún momento se ha destruido bosque para plantar viña.
La bodega, totalmente soterrada en el terreno, se mimetiza con el entorno integrándose en él sin romper la belleza natural del paisaje. Esta configuración del terreno permite que toda labor ejecutada dentro de la bodega, desde la recepción de la uva, hasta el vino ya acabado, se realice por gravedad, evitando así el uso de bombas en parte del proceso.
13 hectáreas de terrenos de viñas rodeadas de un maravilloso bosque Mediterráneo forman un ecosistema lleno de aves y jabalís, de aquí su nombre tan bien pensado, “El celler del bosc”.
El sustrato donde se asienta la viña es el terreno original de la zona y está compuesto básicamente de silicio y calcáreas, dos materiales muy aptos para la viticultura de calidad. El origen volcánico del terreno es quizás lo que marque la diferencia de sus vinos. Un suelo de carácter muy fértil ha dado lugar a que la viña, con solo cinco años, ya dé una uva de excepcional calidad. Al viñedo se le aplican buenas prácticas de masa foliar, vendimias en verde, y compiten de forma directa con una cubierta vegetal. Además de haberle aplicado un marco de plantación muy alto (por encima de las 5000 plantas por hectárea).
El vino de las Gavarres quiere ser sin duda un vino diferente, un vino de autor, este es el objetivo de sus enólogos, el joven Manuel Lardeux y el reputado enólogo y ex propietario del mítico Clos de Agon (Celler de Mas Gil, en Calonge), Philippe Dambois. Ambos han apostado por crear unos vinos lejos de los cánones de la denominación de origen, para la comercialización de sus productos han apostado por la mención de “vino de mesa”. Aunque pueda parecer raro, o mal sonante, muchos de los grandes vinos de Italia y algunos de la Ribera del Duero, salen al mercado amparados por esta mención. Desde las variedades de uva plantadas: Viogne, Roussanne, Petit Manseg en variedades blancas, o Merlot, Cabernet Sauvignon y Marselang (esta es un cruce entre la Garnacha y la Cabernet Sauvignon), para las variedades tintas, hasta ciertos criterios de elaboración les distancia del yugo de la denominación de origen. Un vino hecho y creado, por dos genios del vino.
La profesionalidad de Philippe Dambois y Manel Lardeaux, sin duda, encaminan esta bodega hacia un futuro de éxito y lujo, como así lo demuestran sus encantadores vinos. El Eccoci premiun, tinto bien formado, equilibrado y muy franco, elaborado con Cabernet Sauvignon, Merlot y Marselang, y su Super Premiun elaborado con Marselang y Cabernet Sauvignon es criado en barricas de roble francés de tostado medio, siempre de la misma botería, Merrain, de prestigio y calidad reconocida. También se elabora un blanco muy fresco, aromático, con mucha personalidad y gran corpulencia. Por otro lado, este año se elaboraron unas botellas de un rosado, color piel de cebolla, realmente divino, que fue elaborado con la variedad Petit Verdot, ¡Todo un lujazo! que no llego a Barcelona, todo su consumo se centró en la Costa Brava.
Un entorno privilegiado, un jardín de viñas, una bodega magnificas, dirigida por dos profesionales entrañables. El futuro esta garantizado.
Paco Cordero




El nou de + de 500

Articulo publicado en santakola el 9 de Noviembre de 2011  http://santakomola.com/?p=4328


El nou de ­+ de 500 es un vino blanco elaborado con montònega, una antiquísima variedad recuperada recientemente, relacionada directamente con la parellada, de un color quizá más rosado. La parellada montònega, se adapta muy bien en tierras altas a diferencia de la parellada de la llanura fértil del Penedés. Es en el Pla de Manlleu, a más de 500 metros de altura, donde ha encontrado el mejor entorno de adaptación y donde mejor ha podido expresar todo su potencial enológico. Es posible que ésta, actualmente casi extinta variedad, viajara desde el reino de Nápoles, en el sur de Italia, en el siglo XIV, bajo el nombre de “montonico bianco”.
+ de 500 es un vino con muy poquita graduación, tan solo 9.5 % de volumen de alcohol, por lo que no ha podido incorporarse en la d.o. Penedés que exige en su reglamento vinos de más del 11 %. Estamos hablando, por tanto, de un vino enverado o verde, pero elaborado así a propósito.
Lógicamente, para obtener este tipo de vinos la recolección de la uva se ha realizado de forma muy temprana, cuando todavía no está madura y conserva un cierto nivel de verdosidad, (aunque con el suficiente azúcar para alcanzar un grado alcohólico óptimo).
El principal objetivo de sus elaboradores, es crear un vino muy fresco, de poca graduación y de paladar ligeramente ácido, pero que guarde y mantenga cuerpo y expresión. Y realmente lo han conseguido, pues es un vino que, lejos de su frágil apariencia inicial, sorprende plenamente a los sentidos desde la primera cata.
El resultado es un vino totalmente diferente, distinto e inquietante. De color amarillo muy poco intenso y con tonos verdosos que irradian luminosidad y brillo.
La originalidad se encuentra principalmente en sus aromas, con sus características notas distintivas que a mi criterio marcan claramente su perfil diferenciador. Son notas de intensidad media, florales y de fruta blanca fresca (manzana verde), con recuerdos de almendra verde, de hierba húmeda y con un final levemente anisado que puede recordar al hinojo.
Pero la verdadera sorpresa llega en el momento de ponerlo en la boca: la poca graduación lo convierte en fresco y ligero. Llegando incluso a parecer, en un primer momento, un vino corto e insulso, pero no hay que precipitarse, ya que unos instantes después despierta en la boca y expresa la fuerza de la uva, no basada en el alcohol sino en la estructura. Así llena la boca con un nervio sorprendente, siempre con la frescura omnipresente de una acidez cítrica y muy viva, que en ningún caso resulta molesta o desagradable.
Como siempre, y bajo mi gusto personal, busco esta nota distintiva en los vinos, lejos de otros más convencionales y comerciales, aprecio y valoro iniciativas como esta, que se apartan de la rigidez de los reglamentos establecidos, haciendo vinos distintos, rebeldes y con gran potencial para los mercados más inquietos.
Siempre tiene que haber alguien que sea el primero en ofrecer algo distinto y éste ha sido el caso de los viticultores del Pla de Manlleu. Han creado una asociación que ampara a todos los viticultores de las tierras pertenecientes a El Pla de Manlleu (Aiguamúrcia) y los municipios colindantes (Querol y la Joncosa del Montmell) que se encuentren situadas por encima de los 500 metros de altura respecto al nivel del mar.
Paco Cordero











LLega la Navidad

Articulo publicado en Santakomola en Diciembre de 2011 http://santakomola.com/?p=4433


Estamos ya en el preludio navideño, estas fechas, que unos adoran y otros detestan, son sin duda las fiestas más gastronómicas del año. Días en que no pensamos ni queremos pensar en la dieta, ni siquiera queremos recordar esos malos momentos económicos que todos sufrimos. Fiestas que deseamos celebrar en familia rodeados de buenas intenciones y sobretodo de buenas viandas.
Aunque sin duda alguna el vino estrella de la navidad, es el vino espumoso, el de las burbujas, el cava. Aquel delicadísimo y exquisito vino, que el resto del año casi nos pasa desapercibido y que de alguna manera solemos desterrar a las celebraciones exclusivamente, y en muchos casos únicamente a los postres.
El cava es uno de los mejores complementos gastronómicos, es quizás el vino que mejor acompaña a una buena mesa de principio a fin. Desde los aperitivos, los entrantes, pasando por el plato fuerte, sea este del origen que se desee, bien carnes de todo tipo o bien pescados y mariscos, hasta que duda cabe, el postre. Para cada momento culinario, encontraremos, dentro de una amplísima gama de tipologías, el que mejor se adapte al producto que vayamos a degustar.
La tipología de los cavas, va desde la edad: cavas jóvenes, reserva, o gran reserva, que nos darán un sin fin de matices diferentes. Hasta la tipología según el azúcar añadido al licor de expedición, desde el seco y delicioso brut nature (sin adición), hasta los melosos cavas dulces de más de 50 gramos por litro, esplendidos para acompañar postres. Por último existen las tipologías de cava según sus variedades, desde la clásica de nuestros cavas más tradicionales, elaborados con las tres variedades estrella en el cava; macabeo xarel.lo y parellada. Pasando por los cavas de chardornnay, pinot noir, trepat. O las combinaciones que los elaboradores del cava pueden hacer con ellas.
También hay que destacar que en el mundo del vino sin espuma, donde se ha producido una gran innovación y se han experimentando cambios sustanciales muy visibles en estos vinos, podemos encontrar vinos muy novedosos y actuales, vinos de autor o sencillamente una fusión entre lo tradición y lo mas actual. Nos encontramos que el cava quizás de siempre ha sido más tradicionalista, o a lo mejor, mucho mas conservador que el resto de los vinos (y eso, ya me gusta a mi). Pero quizás esto solo es lo que parece y en el mercado ya existen un buen puñado de cavas de la mano de cavistas atrevidos, cavas elaborados con una sola variedad de uva, otros que muestran unos ensamblajes exclusivos y poco convencionales, algunos que apuestan por una mezcla vertical de vinos de distintas añadas, incluso algunos fermentan total o parcialmente los vinos base en barricas de roble, además de los recién aparecidos blanc de noir, los blancos elaborados con uva tinta. Apareciendo de este modo productos más divertidos y actuales, llenos de rabia y clase, que están escalando posiciones en el mercado más clásico.
Ahora me gustaría comentaros mis recomendaciones para estas navidades, que espero sea del agrado de todos vosotros. He elegido una opción clásica pero de reconocido prestigio y un cava de nueva generación moderno y divertido.
Empezamos por este último: Noa de bodegas Fermí Bohigas. Desde hace más de cuatro siglos Fermí Bohigas cultiva sus viñas bajo la influencia del río Anoia. Mas Macià, como se denomina la finca, acoge las variedades de Macabeo, Xarel.lo, Parellada y Chardonnay, también Cabernet Sauvigon, Merlot y Cariñena para vinos tintos tranquilos.
Cinco generaciones forman la tradición y los vinos y cavas de Fermín Bohigas, desde el abuelo Fermín (vino) hasta la nieta Noa (cava). Noa parte de un copage muy interesante de 50% Xarel.lo y 50% Pinot noir, una variedad de uva negra de uso muy extendido en la elaboración de espumosos en Francia, y que aporta mucha intensidad organoléptica al cava, así estaríamos hablando de un “blanc de noir” es decir un vino blanco elaborado con uvas negras. Su cata se simplifica a un magnifico cava de color amarillo pálido muy limpio y brillante que sus burbujas forman un preciosos perlaje de finas burbujas, y en nariz aromas originales de fruta blanca manzana y matices de fruta roja cerezas, posiblemente de la extracción de la pinot noir y claros recuerdos de aromas de levadura, bollería, aromas florales, flor de azahar, cítricos, frutos secos y todo sobre un fondo mineral, mucho más que interesante. Y por último, comentar que aporta una boca fresca, ligeramente acidula con una burbuja integrada y fina. Ideal para estas fechas de comidas y cenas muy consistentes.
Y ahora un gentleman, que esta de celebración pues cumple 50 años en el mercado. Gramona III lustro arte y tradición, elaborado a partir de un 70% de xarel.los muy viejos esta es una variedad básica, el Xarel.lo, está considerado una referencia en el mundo de los espumosos a nivel mundial y también con un 30% de macabeo. Crianza con tapón de corcho pasa no menos de 5 años con sus lías en el silencio de la rima.
De él se podría decir que presenta un color amarillo pajizo con reflejos verdosos. Y en nariz es contundente y rotundo con fuertes notas de crianza, ahumadas y tostadas; flores de montaña y nuez que muy posiblemente se fundirán en un apacible aroma de mantequilla, de caramelo de café con leche, hasta unas notas de bosque, higos secos y marron glacé. De excelente boca muy suave al tacto, con una entrada muy fina de la burbuja, notas de gran madurez, dulce de leche, pan de piñones, pastelería, tapiza bien la boca, nos viene a la memoria la piel de frutos secos, romero, centeno, malta, praliné, pan seco, buen tacto de la espuma que recuerda a la crema, carbónico muy bien modulado. Yo personalmente le deseo a Gramona III otros 50 años más de vida!!!
Sea cual sea vuestra elección, espero que la disfrutéis mucho, muchas felicidades para estas próximas navidades. Salut.
Paco Cordero





La Godello

Te propongo que cierres los ojos e imagines conmigo el paraíso terrenal del viñedo, un lugar donde solo se escucha el sonido del silencio, la calma y el rugir de una garganta de agua de fondo. Imagina un lindo valle bañado por dos caudalosos ríos, un valle verde y muy frondoso, sumamente agreste esculpido en un precioso suelo de pizarra, imagina también la labor de sus moradores, que durante siglos han creado unas terrazas de preciosa imagen paisajística para el cultivo de la planta mas mística y genuina: la viña.
Imagina un valle rodeado de ermitas milenarias, de vacas prácticamente integradas en el paisaje y decorado con castaños, acacias y robles. Pequeñas aldeas con aroma de humo y castaño, con sabor a queso, chorizo y jamón. Amaneceres frescos, de nieblas sutiles e inviernos lluviosos, que embellecen aun más, si es posible, la imagen final.
¿Te lo imaginas? Este paisaje que suena tan bien; ¡Sabe aún mejor! Hablo de la ribera sacra de Galicia, la cuna de uno de mis vinos favoritos, el Godello. Con una variedad de uva noble y tradicional, es para mi uno de los mejores vinos blancos de España.
Godello es la principal variedad de las denominaciones de origen de Vadeorras, Ribera Sacra y Bierzo. Una variedad extremadamente antigua y rústica plantada quizás por los romanos que llegaron a estas tierras por vía fluvial a través del Miño. La mayor virtud ha sido la de ser responsable del espectacular avance cualitativo que ha sufrido el viñedo gallego en los últimos años. Esta variedad ha sabido perdurar, pasando durante siglos de ser el sustento de antiguos moradores gallegos hasta llegar a nuestros días llena de vigor y modernidad.
Esta uva presenta un gran potencial enológico, quizás menos expresiva que su rival gallega la Albariño, pero a mi criterio con notas más elegantes, boca más seca y estructurada y un gran potencial de envejecimiento de madera.
Presenta un perfil aromático muy complejo, posiblemente menos definido que otras variedades blancas, predominio claro y muy definido de los aromas rústicos, aunque su gran mineralizad junto a la fruta blanca y el toque herbáceo y una ligera fragancia floral, la hace, en el vino, elegante y sutil.
En boca tiene una presencia más potente e intensa que otros gallegos, más glicérico, con intensa y fresca acidez. Son vinos muy equilibrados y bien estructurados. A la vista suele presentarse, como muchos otros vinos, con matices amarillo-verdosos en su juventud e interesantes matices dorados en aquellos que han sufrido algún tipo de envejecimiento en madera.
Interesante es la capacidad de mejora que presenta tras un moderado envejecimiento en barrica de madera. Suele mostrarse más amables en boca, más sedoso y cremoso y mucho más rico en matices sin por ello perder la tipicidad frutal. La intensa acidez que presenta de joven, se atempera con el paso del tiempo, pasando a segundo plano, como báculo donde apoyar el resto de generosos matices incorporados.
Aunque hoy he hablado más un tipo de uva y su tipología de vino que de una marca de vino en concreto, me gustaría recomendar un vino elaborado con esta variedad, del cual tengo el gran lujo de poder decir que colaboro activamente su bodega, Pena das Donas. Sus vinos elaborados con Godello son el Almalarga, un vino joven, fresco y divertido y su Almalarga barrica, fruto de una selección de viñedos centenarios y de máxima calidad. Un vino fermentado y criado en roble nuevo, junto a sus lías por un periodo de al menos un año.
En definitiva, ambos son vinos sutiles, elegantes, muy francos y dignos de tener en cuenta.
Paco Cordero
Este articulo fue publicado en www.Santakomola.com el dia Lunes 23 de Enero de 2012

Lo frare panxut

Cuando hablamos de vinos blancos, en lo primero que suele pensar una gran mayoría de la gente es sobre todo en vinos jóvenes, muy frescos, ligeros y sumamente aromáticos. En vinos cuya temperatura de servicio siempre es generosamente fría y que siempre han de acompañar pescados y marisco. Ésto es lo que en nuestras latitudes siempre nos han hecho entender por un vino blanco. Bajo esta tipología tan simplona han aflorado cientos de vinos, de relativa calidad, de estándares comerciales fáciles en el mercado y casi clónicos entre ellos. Aunque si nos paseamos por el mundo, nos encontramos con que los más grandes vinos blancos siempre van unidos a algún tipo de crianza, como podría ser el caso de Riojas de reputado prestigio y los grandes blancos franceses.

Al hilo de esta cuestión, hace ya algún tiempo llegó hasta mis manos unas botellas de un vino blanco singular de cualidades extraordinarias, que en cierta manera me recordaba al vino de antes e incluso a los vinos de payés ancestrales, con marcada personalidad: Lo Frare Panxut.
Lo Frare Panxut nace en una finca de una finca de Vernacha (Garnacha) Blanca, que al parecer fue plantada en 1934. El nombre tan singular de este vino cuyo viene dado por el nombre de una gran roca con este aspecto que preside el valle del riu Cèrvol. La finca está ubicada entre Rosell y Vallibona (al norte de Castellón) y allí se fermentaron las uvas en una única barrica de roble francés, obteniendo las 272 únicas botellas que se han elaborado de este exquisito vino. Tras su fermentación, se mantuvo el vino en la barrica de roble francés durante 5 meses y se embotello en Abril del 2011.

Un gran vino, quizás muy difícil de entender para el gran público, pero que sin duda puede enternecer a los más adelantados y, seguro, hacer saltar alguna lagrimilla a los entendidos. Para mi es uno de esos vinos de culto y casi liturgia que se precisa disfrutar en silencio, paz y recogimiento o bien acompañado con algunas sutiles notas musicales de fondo. Es para disfrutarlo sin prisas, puesto que a cada sorbo nos descubre nuevas notas, nuevas facetas de su personalidad y es capaz de trasformarse a cada momento.

De color cobrizo, quizás con recuerdos anaranjados, nos denota su clara oxidación, virtud sin dudarlo de este vino. Su nariz delata un sinfín de frutos secos, propios de la oxidación, junto a notas seductoras de fruta blanca. Melocotón maduro y albaricoque, y recuerdos de lacteos. Voluminoso en boca, muy graso, incluso nos puede llegar a recordar a la mantequilla, siempre guardando mucha frescura y equilibrio.

Lo Frare Panxut, puede presentarse muy bien a ciertas carnes, guisos salseados y comidas con cierta potencia, pudiéndose servir a una temperatura de 10º centígrados.
Sin dudarlo, lo frare Panxut, es gran vino para aquellos que quieran conocer el vino blanco visto desde otra perspectiva.


 Esre articulo ha sido publicado en  www.15dies.com el dia 11 de Enero 2012