lunes, 19 de febrero de 2018

Viña Albina dulce reserva 2001

Viña Albina dulce reserva 2001



Me considero un gran amante de los maravillosos y poco valorados vinos dulces, vinos esquistos, que siempre están dispuestos para rematar una buena mesa en esos momentos placenteros del postre. Pero que también los deberíamos de tener presentes, para acompañar ciertos aperitivos, foie y también son espectaculares con quesos de sabor potentes.
Siempre intento encontrar o descubrir alguna singularidad de este tipo de vinos y por sorpresa llego a mi unas botellas de viña Albina reserva dulce 2001, quizás la primera imagen al ver su añada fue un poco de cierta preocupación, puesto que podría llegar a dudar de si podría estar en su mejor momento, pero para satisfacción mía, y por sorpresa, me encontré delante de una de esas joyitas enológicas que tanto nos gusta a los apasionados del vino, un diamante en bruto, listo para ser tallado.
Un vino dulce con los síntomas positivos de una larga guarda, un vino que pide a gritos acompañar una solemne tabla de quesos de autor.

Viña Albina blanco reserva dulce 2001 se elaboró con las variedades de uva: 90% Viura y un 10% Malvasía de La Rioja. En Majuelos de Cenicero dentro de una selección de los pagos más idóneos para la elaboración de este tipo de vinos, con unas cepas viejas y microclima específico.
Se recolectaron las uvas en una vendimia tardía con sobre maduración y que presentaban focos de podredumbre noble. La fermentación fue solo del mosto yema, y en barricas de madera nueva de roble con paralización espontánea. Con una posterior crianza de 16 meses en barricas de 225 litros. Embotellado en el momento justo donde prosigue su maduración para que pudiese realizar ese milagro de vida y juventud que nos hemos encontrado en él, un gran vino que vivirá aun durante muchos años (eso si no me lo bebo antes).
Amarillo intenso, ribetes oro viejo, limpio y muy brillante, glicérico en copa, de gran nariz de amplias notas intensas y compleja, almizcle, miel de romero, sutil, muy grácil y de boca muy golosa y nada empalagosa, final fresco y largo, con gran estructura y densidad.
Un gran vino, dulce, que sin duda aun promete tener unos años de intensa vida. Un gran clásico allí donde los hay, salut i bon vi, Albina reserva dulce.