domingo, 29 de enero de 2012

Eccoci wine

Articulo publicado en Santakomola el 7 de Octubre de 2011  http://santakomola.com/?p=4176


Hay un rincón del Empordà digno de mención, Sant Marti Vell. Es un pequeño pueblo medieval merecedor de la más bonita imagen de postal. Este municipio está situado muy cerca de Madremanya, a muy pocos kilómetros de la Bisbal del Empordà. Este precioso paraje está enclavado en las estibaciones del Macizo de las Gavarres, a los pies de lo que fue, hace millones de años, un volcán muy activo, hoy ya extinto. El Macizo de las Gavarres se caracteriza por ser un parque natural lleno de frondoso bosques y una especial belleza paisajística.
En este privilegiado enclave y a muy poca distancia de Sant Martí Vell, nos aparece un pequeño camino forestal, a pie de carretera, que te introduce por su senda a través del bosque hasta una preciosa y moderna bodega de vinos, Eccoci wine, “El celler del bosc”. La bodega está rodeada de viñas plantadas de tal manera que más que una explotación agrícola, parece un cuidado jardín dentro del bosque. La belleza de la viña, rodeada además, de todo tipo de hierbas de sotobosque Mediterráneo crea una idílica imagen. Estas viñas están ubicadas en los terrenos agrícolas que los pageses tradicionales de la zona tenían, desde hace siglos, destinados al cultivo de secano. En ningún momento se ha destruido bosque para plantar viña.
La bodega, totalmente soterrada en el terreno, se mimetiza con el entorno integrándose en él sin romper la belleza natural del paisaje. Esta configuración del terreno permite que toda labor ejecutada dentro de la bodega, desde la recepción de la uva, hasta el vino ya acabado, se realice por gravedad, evitando así el uso de bombas en parte del proceso.
13 hectáreas de terrenos de viñas rodeadas de un maravilloso bosque Mediterráneo forman un ecosistema lleno de aves y jabalís, de aquí su nombre tan bien pensado, “El celler del bosc”.
El sustrato donde se asienta la viña es el terreno original de la zona y está compuesto básicamente de silicio y calcáreas, dos materiales muy aptos para la viticultura de calidad. El origen volcánico del terreno es quizás lo que marque la diferencia de sus vinos. Un suelo de carácter muy fértil ha dado lugar a que la viña, con solo cinco años, ya dé una uva de excepcional calidad. Al viñedo se le aplican buenas prácticas de masa foliar, vendimias en verde, y compiten de forma directa con una cubierta vegetal. Además de haberle aplicado un marco de plantación muy alto (por encima de las 5000 plantas por hectárea).
El vino de las Gavarres quiere ser sin duda un vino diferente, un vino de autor, este es el objetivo de sus enólogos, el joven Manuel Lardeux y el reputado enólogo y ex propietario del mítico Clos de Agon (Celler de Mas Gil, en Calonge), Philippe Dambois. Ambos han apostado por crear unos vinos lejos de los cánones de la denominación de origen, para la comercialización de sus productos han apostado por la mención de “vino de mesa”. Aunque pueda parecer raro, o mal sonante, muchos de los grandes vinos de Italia y algunos de la Ribera del Duero, salen al mercado amparados por esta mención. Desde las variedades de uva plantadas: Viogne, Roussanne, Petit Manseg en variedades blancas, o Merlot, Cabernet Sauvignon y Marselang (esta es un cruce entre la Garnacha y la Cabernet Sauvignon), para las variedades tintas, hasta ciertos criterios de elaboración les distancia del yugo de la denominación de origen. Un vino hecho y creado, por dos genios del vino.
La profesionalidad de Philippe Dambois y Manel Lardeaux, sin duda, encaminan esta bodega hacia un futuro de éxito y lujo, como así lo demuestran sus encantadores vinos. El Eccoci premiun, tinto bien formado, equilibrado y muy franco, elaborado con Cabernet Sauvignon, Merlot y Marselang, y su Super Premiun elaborado con Marselang y Cabernet Sauvignon es criado en barricas de roble francés de tostado medio, siempre de la misma botería, Merrain, de prestigio y calidad reconocida. También se elabora un blanco muy fresco, aromático, con mucha personalidad y gran corpulencia. Por otro lado, este año se elaboraron unas botellas de un rosado, color piel de cebolla, realmente divino, que fue elaborado con la variedad Petit Verdot, ¡Todo un lujazo! que no llego a Barcelona, todo su consumo se centró en la Costa Brava.
Un entorno privilegiado, un jardín de viñas, una bodega magnificas, dirigida por dos profesionales entrañables. El futuro esta garantizado.
Paco Cordero




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