Crónica de un mito
Mas la Plana
Tuve el otro día en el salón de Alimentaria 2012, el placer de poder asistir a una cata vertical de Mas La Plana,
el mítico cabernet suavignon de bodegas torres, de la mano de su director técnico
Josep Sabarich, se degusto seis añadas del mítico vino, pudiendo así ver la evolución
en el tiempo de tan preciado vino, entendiendo su proyecto y sus cambios en el
tiempo.
1971, 1981, 1990, 2005,2007 y 2008 fueron las añadas presentadas y de las
cuales, se saco buena cuenta de su poderoso potencial de envejecimiento.
El mito nace en 1966, con la plantación de cabernet suavignon en la finca
de la familia Torres denominada Mas la Plana, hasta entonces la filosofía de
los viticultores del Penedés estaba evocada hacia el viñedo autóctono, la gran producción
en detrimento de la calidad, y del el vino como un elemento complementario de la dieta, y no como
elemento de gastronomía. La familia Torres se marca la novedosa idea, de
elaborar un vino, bajo el modelo de los grandes Burdeos que reinan en el mundo
hasta entonces, con variedades foráneas, francesas, pero creado en casa nuestra, elaborar un gran vino en el Penedés,
este fue el punto de partida, el inicio
de un sueño hoy cuajado.
Mas la Plana es un terreno muy profundo de color pardo amarillo oscuro de
matices calcáreos y textura rica en arenas con una retención moderada del agua,
marco ideal para la plantación de la cabernet Suavignon, la variedad insignia de
Bordeux, es en 10970 cuando se obtienen los primeros frutos de la viña y con
ellos el primer vino de esta finca denominado en esos momentos Gran Coronas Mas
la Plana, en esos tiempos los trabajos de los técnicos de la bodega se centran
en el control de la fertilidad de la viña, es con el paso de los años, y la
madurez de la viña cuando se conoce esta.
En la cata pudimos apreciar los cambios del vino a través de las décadas,
sin renunciar nunca a su filosofía inicial, la de un gran vino, noble y
elegante de variedad francesa en tierras catalanas. Cada década nos trasporta a
un estilo propio lleno de matices que han consolidado a Mas la Plana como uno
de los grandes en el mundo.
De la década de 1970, pudimos probar la cosecha de 1971, el cual se elaboro
con un 80% de Cabernet Suavignon, y el resto con un copage de Tempranillo,
Cabernet Franc y Cariñena, año lluvioso con cerca de 680 ml. Centrada en
septiembre, los vinos en esta época tenían maceraciones cortas, y la crianza en
barrica fue de 2 años en roble americano. La cata demostró tener un color rojo rubí,
con matices teja, que mantenía mucho aroma, con notas de terciarios, y frutas licorosas,
boca fresca y con marcada acidez (sorprendente) sutil y elegante.
De la década de los 80, disfrutamos de la añada 1981, añada con muy buena climatología,
fresca de verano caluroso, ya con mejor tecnología y conocimiento del viñedo
que en la anterior década, se introduce en esta época el roble francés, y ya se
elabora con Cabernet Suavignon en un 100%, de su cata se destaca un color rubí
con notas teja, aromas mas licoroso, fruta negra muy madura y delicados
tostados sutiles, con una boca aterciopelada, golosa con cuerpo.
Ya en los 90, Torres nos ha presentado 1990, año lluvioso en todas las
estaciones con verano fresco, pero quizás la principal particularidad de la
añada es que ahora las maceraciones son más largas, dotando así al vino de
colores más intensos, de capas más altas que en las décadas anteriores, 100%
Cabernet Suavignon, con 18 mese de barrica francesa que da un resultado de un vino mas oscuro que los anteriores catados
nariz muy acompotada con notas claras de la guinda en licor, sutiles de maderas
nobles, complejo y muy fragante, de boca con buena estructura, densidad cierta
acidez y unos taninos muy agradables.
Y por ultimo tres añadas de los 2000. 2005, 2007 y 2008, tres joyas de la
historia más actual del mito
2005 ya tiene el viñedo una personalidad propia, con un amplio conocimiento
de la uva de él obtenida y un reconocimiento del vino muy consolidado, este ya
de color cereza picota cubierto intenso,, con fruta negra muy fragante con
matices de cedro, y caja de tabaco, elegante con taninos sutiles bien definidos
y agradables, muy especiado y con gran equilibrio.
2007, sigue la línea de color subido rojo cereza picota cubierto, con
tostados de café, notas de vainilla recuerdos florales y buena presencia de la
fruta, delicioso en todo momento.
Y 2008 con su cereza picota muy cubierto, mantiene ribetes azulados con
ricos torrefactos, regaliz y café, fruta negra madura, y especies sutiles, muy
intenso en boca complejo y muy equilibrado.
Mi modesto parecer, es que el mito se ha consolidado con el tiempo y que
desde su inicio presto maneras, nació noble y elegante y en su madurez, se ha convertido
en un Gentleman, elegante y distinguido,¡ larga vida al mito, larga vida a Mas
la Plana! Salut.
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