domingo, 15 de julio de 2012

La Panesa


La Panesa





La frase que mas utilizo cuando hablo de vinos, es la que hace referencia a una sensación, y con ella digo siempre, que los vinos, han de tener alma y te han de emocionar, te tienen que tocar la fibra sensible, y por que no hacerte saltar alguna lagrimilla, lo cierto que encontrar vinos que te puedan hacer sentir estas sensaciones no es fácil, pero de vez en cuando te tropiezas con alguno de estos, que te llega hasta lo más hondo de ti, y reconoces que haces el mejor trabajo del mundo, probar vinos.

Este es el caso de la Panesa de bodega Emilio Hidalgo de Jerez un fantástico fino, con alma y que siempre llega a emocionarte, tanto cuando estas solo como cuando lo disfrutas en compañía, un vino a la antigua usanza, que te evoca a un Jerez de antaño muy tradicional, hecho sin prisas y como manda los cánones.

La bodega Hidalgo está establecida en Jerez desde hace muchísimos años y en la segunda mitad del s. XIX la familia Hidalgo comienza la actividad bodeguera partiendo de soleras de vino y viñas de su propiedad. Hoy esta bodega parece como si el tiempo no hubiese pasado por ella, se conserva intacta, creando así un núcleo de tranquilidad único, inigualable idóneo para la crianza de los vinos.

La bodega está ubicada en el centro de la ciudad de Jerez, en su casco antiguo. Los edificios que la forman son de clásica construcción con anchos muros, amplios ventanales y elevados techos de viguería con teja antigua, ideales para la crianza y envejecimiento del vino, como tradicionalmente se ha hecho en Jerez.

Actualmente es la quinta generación, del fundador de la bodega quien regenta esta, teniendo un amplio mercado internacional en su haber.

El fino especial la Panesa para mi es quizás el más significativo vino, de estas características del preciado marco de Jerez, elegante y sutil, nos trasmite fuerza y emoción. Elaborado 100% Palomino se nos muestra con matices de aromas almendrados muy  característicos, punzante y delicado, ligero al paladar, seco y cuyas especiales características son resultado de su prolongado y particular proceso de crianza exclusivamente bajo velo de flor. En botas de roble, según método de Criaderas y Solera. Un fino que procede de una escogida y emblemática solera “La Panesa” en la que se espacian intencionadamente sus rocíos y realizado sacas muy cortas durante muchos años; siempre bajo un continuo seguimiento de su evolución para evitar así su sobreexplotación perdiendo sus características innatas del producto final.

Joyita, que el tiempo a mimado,  dándole ese carácter Jerezano, ese sabor de la bodega que la familia Hidalgo a sabido preservar de los tiempos.






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