miércoles, 29 de octubre de 2014

Visita Masia Can Sam









Visita bodega Can Sam




El centro excursionista Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet, A organizado unas visitas guiadas a la masia de “can Sam”, para conocer desde dentro esta preciosa casa pairal del siglo XVI, y ver su bodega, con la intención de reencontrarnos con la antigua tradición Colomense de la viña y el vino, pasado noble de nuestro pueblo, y que hoy casi ignoramos de su existencia.
 
Pasado rodeado de viñas, un pasado muy reciente, que nuestros mayores recuerdan con nostalgia como bien nos recuerda Josep Blanchart en un párrafo de su libro a “la trasformación de un pueblo en ciudad”, Blanchart nos cita “tot eren vinyes, no sabria si riure o plorar, però me’n faig creus quan penso en la meva infantesa i recordo el poble, que les vinyes arribaven fins a l’escorxador, quasi tot el Parc d’Europa, fins al final del carrer de Sant Jeroni, fins a les mateixes parets del cementiri vell, des del carrer Camil Rossell passant per la Ciutadella alta i baixa fins a prop del torrent d’en Bufa, fins a tocar la rambla Sant Sebastià. Deu ser que sóc molt més vell del que penso, o potser és que m’ha passat el temps volant”. Recuerdo cariñoso de ese pueblo rodeado de viñas.

Cups, prensa, derrapadora, barricas y olor a bodega!, así es como empezó la visita, a la antigua bodega de Can Sam, un paseo por un pasado  que es casi aun el presente, ese pasado de viñas, bodegas y vinos de nuestro pueblo que nos relata Josep Blanchart, recuerdo aún vivo de aquellas vendimias llenas de trabajo y esfuerzo que daban el fruto, en forma de vino.
Can Sam, antigua masía del siglo XVI, pero con indicios de asentamiento humano en ella desde época le los romanos, fue no hace aun mucho tiempo, un centro logístico de importancia en la Santa Coloma vitícola, en sus bodegas cada año  se elaboraba cerca de 30000 litros de vino, en sus 45 toneles, en las  dos estancias que la masía posee para este fin, una de ellas es la zona de elaboración y la otra es la sala donde descansaban los toneles estos repletos de vino para su conservación, vinos de diferentes tipologías y elaboraciones, desde los blancos de malvasía, pasando por tintos de poco color, y también dulces, y rancios, especialidades tradicionales de la zona.

Portadoras, bots, cups, prensas, cestas, bombas, e incluso “Barralons” un pequeño tonel autóctono de Santa Coloma que servía  para el trasporte y venta de los vinos del pueblo, de estos barralons, ya hace constancia escrita Galobardes, sobre 1750 de su uso en su manuscrito, todos estos objetos están de manera intactos, inertes, pero con vida, casi  que parecen estén esperando, llegue un nuevo otoño, una nueva vendimia, para poder volver a funcionar, nostalgia del tiempo perdido como seguramente algún poeta o filosofo diría, pero la verdad es que ese rincón mágico de Santa Coloma aun despierta chispas de alegría, de nostalgia, y por qué no de sentimiento, de un sentimiento perdido de una tradición milenaria de la elaboración del vino. Un recuerdo que todavía tienen plasmado en su retina los moradores de la masía de Can Sam, Jaume, Rosa y su madre Elvira, que ven desde la nostalgia ese lindo pasado.


2 comentarios:

  1. Una visita estupenda a un sitio donde siempre me había preguntado... que habrá ahí entro... pues una casa-museo, porque no veas la de cosas que hay ahí, todo eso acompañado por las explicaciones de unos de los hijos de los dueños de la casa, en el exterior, y las de Paco, en el interior, una delicia, si a eso le sumamos un pica pica de vino, pan, chocolates y la estupenda butifarra brisa, ya no se le puede pedir más a un domingo por la mañana...

    Gracias a todos por haber hecho posible esta visita :)

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  2. Jordi gracias a ti y el resto de amig@s por venir y aguantar mi sermos, fue un ratito magico.

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