Venus la Universal
Hay quien dice que el Montsant es el hermano menor del Priorat, otros se
atreven a decir que es la zona donde se
realizan los Priorat que en el Priorat no se atreven a hacer, y otros por su
lado lanzan la consigna de que son los vinos alcanzables económicamente
hablando del Priorat, lejos de fanfarrias y de charlatanería barata, la verdad
es que de todo esto nada, pues la denominación de origen Montsant tiene una
tipología propia y bien definida que caracteriza a cada unos de sus vinos,
dotados de personalidad propia y estilo. Que imprime su situación, suelo y climatología,
todo esto unido al buen hacer de sus elaboradores.
Montsant desde su creación en el año 2002, ha apostado por crear una imagen
de calidad propia y bien definida, con 1900 hectáreas de viñedo, en donde prima sus variedades clásicas como es la
garnacha y la cariñena, han creado con ellas la singularidad de sus vinos. Son 57
bodegas y al menos 44 comercializadores de vino los que con su esfuerzo, velan
por crear una denominación de origen que dan vinos con sentimiento y alma.
En este rincón de calma y sosiego, donde el paisaje se integra como elemento de identidad, pero también como
valor cultural y patrimonial y que influye de manera directa en los vinos que allí se producen. Se encuentra enclavada, una pequeña pero útil y
muy bien aprovechada bodega, Venus la
Universal, que es el proyecto de Sara
Pérez (Mas Martinet) y René Barbier (Clos Mogador), que después de haberse
formado en sus bodegas del Priorat junto a sus respectivas familias, iniciaron
hace ya algunos años este atrevido y divertido proyecto.
De ella salen vinos tan sutiles y afamados como Dido y Venus, destacando su
trabajo en Dido blanco, un fantástico vino blanco de marcado carácter y acusada personalidad.
Posiblemente Venus la universal es el referente de esta dinámica denominación
de origen, tanto por su filosofía como por sus vinos, la viticultura y enología
seguida por la bodega, está marcada en todo momento por la ecología y
sostenibilidad, creando en ella el concepto de acción reacción. Devolviendo a
la tierra prácticamente todo lo que ha dado. Venus explota todo el potencial de
las variedades que la naturaleza de forma sabia a adaptado a la zona durante un
largo periodo de tiempo y así mismo aprovecha el potencial del suelo de esta
denominación de origen.
Tanto Dido como Venus son vinos muy sensuales, tradicionales y con notas de rabiosa actualidad, que
sorprenden en todo momento, y con una evolución digna de admiración, Dido parte
de las Garnachas de la zona con una buena maduración lo que lo convierte en un
vino goloso, pero a su vez fresco, con ricos tostados y mucha fruta negra,
Venus es la sutileza y sensualidad echa vino, estructura con densidad, amplitud
y ricos aromas frescos te envuelven rápidamente en un mundo de sensaciones, con
gran potencial de envejecimiento, maravilloso es probar alguna de sus añadas
pasadas para ver su magnífica evolución.
Pero sin duda para mi gusto
personal la joya de la casa es Dido blanco, Macabeo y Garnachas blancas bien
trabajadas, envejecida al menos un año, que te hacen amar el vino blanco visto
desde otra perspectiva.
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