sábado, 10 de marzo de 2012

Mallorca, la tierra que sabe hacer vino


Mallorca, la tierra que sabe hacer vino

Cierto es que la tradición vitivinícola de nuestras Baleares, viene de lejos. Resto arqueológicos del VII Y VI antes de Cristo evidencian la existencia de uva y vino en la isla, pero es con la conquista de ella por parte de los romano cuando la viña experimenta su mayor expansión por la isla y es ya  Citada  por Cayo Plinio el viejo, el que  comparaba sus vinos con la calidad de  los vinos de Italia, desde entonces hasta hoy la viña insular ha sufrido muchísimos altibajos en su presencia e importancia para los pageses mallorquines, quizás de siempre y de forma más importante ha tenido la olivera y  en si el aceite, por encima de la producción de vino, aunque eso si las zonas vitivinícolas Mallorquinas como son los municipios de Consell, Felanix, Campos, Manacor, Porrera, Petra, y otros tantos, la viña ha influido con gran peso en sus vidas.

Desde luego que vino mallorquín actual, es sin duda un vino de referencia, en el panorama de España, en las últimas décadas y de la mano de una buena tecnología, y respetando mucho, sus orígenes manteniendo buenos varietales autóctonos, las bodegas mallorquinas, muchas de ellas, de larga tradición histórica, están elaborando vinos de gran calidad, dignos de tener en cuenta. Aunque no podemos hablar de vinos extensivos ni de gran cantidad de Hectáreas,  y debemos  de entender cual es la superficie de la isla, además  destacar,  como ya he dicho, la importancia del olivo y de la almendra, en sus cultivos.

 Las Bodegas de Mallorca  están acogidas a alguna de las dos Denominaciones de Origen de la isla que estas son;  la Denominación de Origen Binissalem - Mallorca, y la Denominación de Origen Pla i Llevant de Mallorca, que  garantizan una procedencia geográfica, un cultivo de las variedades contempladas por sus respectivos reglamentos y unos exhaustivos controles de calidad de los consejos reguladores, que convierten a estos vinos con Denominación de Origen en verdaderas y exquisitas señas de identidad.

No obstante, hay muchas  otras bodegas, que en su incansable búsqueda de la perfección, cultivan, miman y experimentan con antiguas variedades recuperadas, como podía ser el caso de bodegas Can Ribas, con su vino  Sio Contrast, en el que han recuperado una variedad considerada extinta desde hacía 100 años, la Gargollasa.  O  bien con cepas típicas de otras regiones que gracias a las condiciones climáticas únicas de Mallorca se han adaptado perfectamente a la Isla. Estos vinos quedan regulados como
Vi de la Terra.

Su clima Mediterráneo, y unas excelentes condiciones edafológicas, son factores que favorecen el cultivo de la vid en la isla, sobre todo de sus variedades autóctonas que de forma natural la naturaleza a lo largo del tiempo a adaptado a esa tierra. Variedades  como Manto Negro, Callet y Fogoneu en las tintas y la Moll o Prensal Blanc en blancas, sin que ello signifique que no se asienten otras viníferas como la Tempranillo, Cabernet Suavignon, Monastrell, la Macabeo y la Parellada, entre otras.

Vinos golosos, francos y tradicionales que  unos rozan la rusticidad y tradición, con buenos factores de calidad y otros que por el contrario han optado sus enólogos por ser vinos más modernos frescos y que salen de los cánones de la tradición isleña.

Sean cual sean los que probemos seguro no os dejaran indiferentes. Mallorca mucho vino por descubrir.



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