Mallorca, la tierra que sabe hacer vino
Cierto es que la tradición vitivinícola de
nuestras Baleares, viene de lejos. Resto arqueológicos del VII Y VI antes de
Cristo evidencian la existencia de uva y vino en la isla, pero es con la
conquista de ella por parte de los romano cuando la viña experimenta su mayor
expansión por la isla y es ya Citada por Cayo Plinio el viejo, el que comparaba sus vinos con la calidad de los vinos de Italia, desde entonces hasta hoy
la viña insular ha sufrido muchísimos altibajos en su presencia e importancia
para los pageses mallorquines, quizás de siempre y de forma más importante ha
tenido la olivera y en si el aceite, por
encima de la producción de vino, aunque eso si las zonas vitivinícolas
Mallorquinas como son los municipios de Consell, Felanix, Campos, Manacor,
Porrera, Petra, y otros tantos, la viña ha influido con gran peso en sus vidas.
Desde luego que vino mallorquín actual, es
sin duda un vino de referencia, en el panorama de España, en las últimas
décadas y de la mano de una buena tecnología, y respetando mucho, sus orígenes
manteniendo buenos varietales autóctonos, las bodegas mallorquinas, muchas de
ellas, de larga tradición histórica, están elaborando vinos de gran calidad,
dignos de tener en cuenta. Aunque no podemos hablar de vinos extensivos ni de
gran cantidad de Hectáreas, y debemos de entender cual es la superficie de la isla,
además destacar, como ya he dicho, la importancia del olivo y
de la almendra, en sus cultivos.
Las
Bodegas de Mallorca están acogidas a
alguna de las dos Denominaciones de Origen de la isla que estas son; la Denominación
de Origen Binissalem - Mallorca, y la Denominación de Origen Pla i Llevant de Mallorca, que garantizan una procedencia geográfica, un
cultivo de las variedades contempladas por sus respectivos reglamentos y unos
exhaustivos controles de calidad de los consejos reguladores, que convierten a
estos vinos con Denominación de Origen en verdaderas y exquisitas señas de identidad.
No obstante, hay muchas otras bodegas, que en su incansable búsqueda de la perfección, cultivan, miman y experimentan con antiguas variedades recuperadas, como podía ser el caso de bodegas Can Ribas, con su vino Sio Contrast, en el que han recuperado una variedad considerada extinta desde hacía 100 años, la Gargollasa. O bien con cepas típicas de otras regiones que gracias a las condiciones climáticas únicas de Mallorca se han adaptado perfectamente a la Isla. Estos vinos quedan regulados como Vi de la Terra.
No obstante, hay muchas otras bodegas, que en su incansable búsqueda de la perfección, cultivan, miman y experimentan con antiguas variedades recuperadas, como podía ser el caso de bodegas Can Ribas, con su vino Sio Contrast, en el que han recuperado una variedad considerada extinta desde hacía 100 años, la Gargollasa. O bien con cepas típicas de otras regiones que gracias a las condiciones climáticas únicas de Mallorca se han adaptado perfectamente a la Isla. Estos vinos quedan regulados como Vi de la Terra.
Su clima Mediterráneo, y unas
excelentes condiciones edafológicas, son factores que favorecen el cultivo de
la vid en la isla, sobre todo de sus variedades autóctonas que de forma natural
la naturaleza a lo largo del tiempo a adaptado a esa tierra. Variedades como Manto Negro, Callet y Fogoneu en las
tintas y la Moll o Prensal Blanc en blancas, sin que ello signifique que no se
asienten otras viníferas como la Tempranillo, Cabernet Suavignon, Monastrell,
la Macabeo y la Parellada, entre otras.
Vinos golosos, francos y
tradicionales que unos rozan la
rusticidad y tradición, con buenos factores de calidad y otros que por el
contrario han optado sus enólogos por ser vinos más modernos frescos y que
salen de los cánones de la tradición isleña.
Sean cual sean los que probemos
seguro no os dejaran indiferentes. Mallorca mucho vino por descubrir.
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