Barón de Chirel 2010
Como a todo ser humano, a mí, de vez en
cuando me vienen esas dudas existenciales, en donde el miedo te invade y tu subconsciente
te empieza a hacer ver todo eso, en lo que sin duda no crees, pero que deseas
creer. Hay vida después de la muerte, es verdad, eso que nos han hecho creer,
durante 2000 años… de que iras al cielo si eres bueno…
En ese momento piensas en ese paraíso prometido
y como ha de ser todo lo que allí, todo lo que en ese lugar se encuentra o se concurra,
piensas en ese nirvana prometido, de otras religiones, y concluyes, que ese
singular, único y magnifico lugar, debe de existir sin duda, y no solo ha de
existir, sino que además debe de ser un paraíso
lleno de vinos, de olores de sensaciones, lleno de placer, en donde, cada sorbo
te trasporte a su origen, a sus viñedos, a sus bodegas a sus gentes. Y allí estarán,
todos aquellos vinos que en mi vida terrenal, mundana y llena de sacrificio, en
algún momento dado, me hicieron saltar las lágrimas de placer o alegría.
Entonces me vienen a la cabeza, los paisajes,
los vinos y los nombres de…. Guimaro,
Algueira, Penas das Donas, Laurent Perrier, Agusti Torello, y el de Marqués de
Riscal, entre tantos y tantos otros.
Y entre ellos a mi paladar, a mí olfato, a mi
gusto y recuerdo, me aparece reflejado uno que sin duda estará allí, y seguro
San Pedro, cuando me abra la puerta me ofrecerá una copa de él y juntos disfrutaremos de ese momento
celestial, digno de los Ángeles, arcángeles y sommelier terrenales, y a bien
seguro esa copa será una de Barón de Chirel 2010, esa que en la tierra es lo más cercano a brindar con
el mismísimo San Pedro (esta alabanza a San pedro la hago por si acaso, es el,
el guardián de la entrada al cielo……. Por eso de amigos hasta en el infierno.)
Barón de Chirel 2010, vino de autor de bodegas Marqués
de Riscal, es aquel vino que siempre te llena el corazón, sutil y muy elegante,
el cual te ofrece ese paisaje Riojano,
precioso. En donde el buen trabajo y la buena labor de la viña ofrece en esa
copa, la excelencia de la bodega, la excelencia de Rioja.
Según la bodega Marqués de Riscal, Barón de
Chirel surge en 1986 a raíz de una elaboración experimental a partir de una
selección de uva de viñas muy viejas, de entre 80 y 110 años, de muy bajo
rendimiento y gran calidad. De los resultados de esta prueba nace el que será
precursor de los que podrían denominarse, vinos de la nueva era de Rioja. Este
vino se produce de manera muy limitada en tan solo las grandes añadas, donde se
expresan el carácter del viñedo, del suelo y de la variedad, dentro de un
conjunto armónico. Realiza la fermentación a una temperatura controlada de 26ºC
y una maceración que no sobrepasa los 12 días. Hace la fermentación maloláctica
en cubas de madera y una posterior crianza de 20 meses en barricas de roble
francés. Tiene un periodo de afinamiento en botella de al menos un año antes de
salir al mercado.
Lo cual nos da un vino, exquisito y único, un
vino de color cereza oscuro, vivo, sin apenas signos de evolución. Intensidad
aromática alta, donde destacan los tostados y especiados aportados por el roble
francés, junto a notas de fruta negra madura. En boca es fresco y untuoso, con
taninos suaves y pulidos donde la madera está muy poco presente. Complejo y
elegante, con un final largo y equilibrado.
Sin duda el vino ideal para brindar con San
Pedro, o con tus amigos, o familia o con quien tu quieras, pero sin duda la
antesala del paraíso, esperando llegar a este cuanto mas tarde mejor, por eso
salut i bon vi.
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