Adegas Algeira
Siempre me he reconocido
públicamente enamorado de la Ribeira Sacra, del entorno natural y del conjunto
románico, más bonito del mundo, del paraíso terrenal donde cuerpo y alma se
unen en un solo ser. Y hoy os quiero acercar con esta entrada en mi blogg, esa esencia
de la mística y mágica Ribeira Sacra, acercarnos corazón a ella y a saborear
sus paisajes, a oler e interpretar sus sentidos más profundos, y creo que no
hay mejor manera para ello que adentrándonos en uno de sus referentes
enológicos, que han sabido conjugar en una botella esa esencia. Dejarme que os
guie en estas cuatro letras, por el sentimiento y pasión de adega Algeira,
hacia ese entorno.
Fernando Gonzalez de Adegas Algeira es uno de
los pioneros de la zona, se podía decir que uno de los padres, de la
viticultura de calidad de esta emblemática y preciosa comarca vitivinícola.
Aunque, realmente, y en valor de
la verdad, me va a ser muy difícil hablaos de esta bodega. Siempre que escribo
algo en mi blogg, suele ser sobre un vino determinado, o también sobre una
bodega singular o diferente.
Pero hablar sobre Adega Algeira,
se debería de extender, mucho, pero mucho más allá de lo que habitualmente
hablo, hoy debería explicar sus afamados y exquisitos vinos elaborados con uva Mencía,
pero tambien con variedades locales como la Caíño, Sousón, Brancellao y
Merenzao. la genialidad de su Godello, la sutileza de estos blancos grandiosos,
del cual destaco el Godello barrica Cortezada que posiblemente y a mi criterio
es el más significativo de la Ribeira, pero tendría de seguir hablando de su
gran proyecto dinamizador de la zona, de la recuperación de viñas, parajes y
lugares emblemáticos y maravillosos, que crean la silueta del entorno, como no,
de su oferta en gastronómica, con ese restaurante que dispone en la propiedad,
donde comer es como comulgar con el
mismísimo “altísimo”, un restaurante precioso rodeado de naturaleza, donde han
respetado la fisonomía tradicional de la casa actualizándola con mimo, cariño
y mucho gusto, donde la Unesco, ya tan solo por esa experiencia
incorpórea, debían tan solo por ella declarar a la Ribeira Sacra patrimonio de
la humanidad. Tendría de hablar también, de un secreto que guardan dentro de la propiedad, y es un
aceite de olivos de sus fincas, un
aceite con el encanto de la Ribeira Sacra único, aromático, sabrosísimo,
procedente de aceitunas de las variedades locales: la Brava y la Mansa. Pero
posiblemente lo que hoy destaco en esta entrada, es de la persona, de la
pasión, a veces extrema, de Fernando, alma mate junto a su mujer Ana de todo
este proyecto maravilloso, que aúna gastronomía, enología y turismo. Sin duda
su pasión contagia. Contagia amor por el territorio por tradición, que él sabe plasmar como si en una obra de arte se tratara
en la excelencia de todo aquello que
toca, trasmitiéndosela a todo y todos los que les rodean, haciéndosela que sea suya
propia. Es el sueño hecho realidad de un
visionario que ama su tierra y es embajador de ella, exportándola de la mejor
manera, en forma de vino.
Sabéis también que una de mis
citas favoritas, es decir que el vino es un paisaje que está en estado líquido,
que es la imagen liquida del sabor y aroma del entorno, que es el alma del
lugar encerrada en él, que también es,
el sentimiento de quien lo elaboradora, de su sueño y de su tiempo. Y que si se
conjuga todo esto, tenemos el vino ideal, que al margen después de los gustos
personales nos pueda gustar más o menos, pero sencillamente eso es la esencia
de la genialidad. Y desde luego, todo esto, se confirma cuando disfrutas
de los vinos sublimes de Adegas Algeira.
Me encantaría, que con esta
entrada, yo por un momento también os haya contagiado un poquito de pasión por
la Ribeira Sacra, y que os animéis a conocerla, a conocer el territorio, su
naturaleza, su entorno, sus viñedos y bodegas, y lo mejor sus gentes, gentes
como Fernando, que os tramitarán la emoción de tan noble tierra.
¡Salut i bon vi!
Y en recuerdo y homenaje a mi amigo Pedro Cano, ¡por ti amigo!,
¡POR LOS PRESENTES Y LOS AUSENTES!